Dosis: (Cada Cápsula contiene 25 mg)
Enfermedad reumatoidea: 25 mg o sea 1 Cápsula 2 a 3 veces al día, si esta dosis es bien tolerada, la
dosis debe incrementarse 25 mg semanalmente hasta obtener una respuesta satisfactoria o hasta una
dosis diaria total de 150 a 200 mg.
El medicamento debe darse por 4 semanas seguidas bajo la misma dosis o una menor dosis.
En tratamientos a largo plazo de la artritis reumatoidea no están recomendadas dosis diarias superiores a 75 mg. Artritis gotosa aguda: 50 mg 3 veces al día hasta la desaparición de los signos clínicos.
La dosificación debe ser reducida a 25 mg 3 veces al día.
Via de Administración: ORAL
10 Blisters de 10 Cápsulas
CONTRAINDICACIONES Y ADVERTENCIAS:
Hipersensibilidad al principio activo.
Ulcera péptica, gastritis, enteritis, colitis ulcerativa.
Asma bronquial en pacientes con hipersensibilidad a los salicilatos.
Embarazo y lactancia.
Niños menores de 14 años.
Precauciones y advertencias :
Deberá emplearse con precaución en los ancianos, la incidencia de reacciones adversas parece aumentar con la edad. Al inicio del tratamiento pueden aparecer cefaleas que desaparecen en su transcurso; de persistir deberá suspenderse la medicación.
Por el riesgo de mareos, se advertirá al paciente para que tenga precaución en el manejo de vehículos o maquinarias. Se deberá controlar al paciente con alteraciones psiquiátricas, enfermedad de Parkinson o epilepsia, ya que puede agravar estos estados.
Las alteraciones gastrointestinales se minimizan al ingerir el medicamento con las comidas o con antiácidos.
Ante la aparición de sangrado intestinal se suspenderá el tratamiento.
La indometacina inhibe la agregación plaquetaria, por lo que este efecto deberá tenerse en cuenta enpacientes con alteración de la coagulación o bajo terapéuticas anticoagulantes.
Debe ser usada con prudencia en pacientes con insuficiencia renal o con retención sódica asociada con enfermedad hepática o insuficiencia cardíaca.
Como con otros antiinflamatorios no hormonales debe esperarse una elevación de GOT y GPT, fosfatasa alcalina y otros parámetros de la función hepática.
En tratamientos crónicos se deberá controlar en forma periódica el cuadro hemático y la función hepática.